EN PRIMERA PERSONA
Un cielo melancólico acompañó mi infancia
dios era una entelequia de misa y sacristía
con siete padrenuestros y alguna avemaría
me otorgaba perdones su divina jactancia
luego poquito a poco fue tomando distancia
y un día me hallé lejos de aquella eucaristía
vi tantas injusticias y tanta porquería
que dios ya no era dios sino una circunstancia
se agravó mi conciencia maravillosamente
y cada vez son menos las cosas en que creo
cuando interpelo a dios se va por la tangente
los milagros se venden de nuevo al menudeo
y así me fui cambiando de buen a mal creyente
de mal creyente a agnóstico y de agnóstico a ateo.
Do libro “La vida ese paréntesis”, de Mario Benedetti
2 comentarios:
Un percorrido semellante ao meu, aínda que eu non sería capaz de contalo tan ben e, por riba, nun soneto.
Que este 2021 che traia moitas satisfaccións e que as cousas boas superen, con moito, ás malas
Bicos
Bicos, tamén para tí, Alis.
Por suposto, os meus mellores desexos para este 2021.
A ver si vamos saíndo desta.
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